lunes, 13 de julio de 2009

El Anillo

Durante mucho tiempo construí una coraza a mi alrededor, ocultando mi verdadero yo y creando una imagen hosca, intimidante, lejana, evasiva, opuesta a mi verdadera esencia.
Creí que esa coraza seria mi mejor protección para una sensibilidad propia que creía el mundo jamás entendería.

Claro que Luna llego a mi vida y me demostró lo contrario.
Con su amor y calidez, que quita la espada de la mano del más bravo, esa coraza poco a poco fue desarmándose, desguazándose, dejándome ver nuevamente el horizonte hermoso y prometedor que había quedado oculto detrás de esa muralla que yo mismo construí.

En honor a Luna y su sensibilidad, por ayudarme a aceptarme como soy sin necesidad de reprocharme o evaluarme, el anillo que colocare en su dedo cuando en unos días le jure amor eterno, estará fundido con el metal de la vieja y ya inútil coraza que ella y su amor, me llevaron a desguazar voluntariamente.


Luna, prometo amarte, cuidarte, protegerte, hasta mi ultimo aliento de vida y mas allá de la muerte. Por toda la eternidad.


El muelle, lugar elegido para sellar nuestro amor, nos espera…

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