jueves, 21 de mayo de 2009

Enemistado con Dios

Luna es muy creyente, y es una de las pocas cosas que no tenemos en común.
Yo soy de una tendencia religiosa indiferente y hasta podría decirse que juego inconscientemente con el ateismo. Pero a pesar de ello, sin proponérselo, Luna me esta amigando con Dios. Yo acepto su mediación, y de hecho, si me reconcilia me sentiría incuso mejor. Es demasiado poderoso para estar enemistado con el.
Pero así y todo, antes de reestablecer mis relaciones celestiales, quisiera tener una charla con Dios, necesito respuestas o que me justifique ciertas decisiones que ha tomado sobre Luna y sobre mi, pues algunas situaciones que ha escrito para nosotros en el libro de nuestras vidas, parecieran cínicos juegos del destino.
Y se que el destino esta en manos de Dios.

Luna y yo hemos sentido al mismo tiempo, pero sin saberlo, las misma necesidad de vivir nuestras fantasías románticas, de amar en nuestra adolescencia menguante. Pero no estábamos conectados, lo que nos llevo desconocer que alguien más pensaba de igual modo, y creer que nuestras ambiciones eran puramente utópicas o meros pensamientos de soñadores sin cura.
Por ello desearía que Dios, que maneja los destinos de cada alma, me diga por que no conecto nuestras necesidades para transformar nuestras carencias en un encuentro del que surgiese un todo.

Hoy, tantos años después, nuestros caminos se cruzan nuevamente, pero además de los años vividos, cada uno ha formado su nido.
Estamos viviendo una historia maravillosa, pero que solo nosotros sabemos existe, y así deseamos que sea.
Por ello desearía que Dios, que maneja los destinos de cada alma, me diga por que nos conecto ahora y no antes.
Hubiera hecho de Luna la mujer más feliz de la existencia. Hubiéramos engendrado vida en su vientre en un acto de amor infinito y así, perduraríamos más allá del tiempo. Tendría la certeza de que su rostro, quizás marchito pero siempre hermoso, seria lo ultimo que viesen mis ojos antes de morir en sus brazos.

Por eso me enfado y pregunto si esto es una burla del destino, un juego cínico de Dios, o que. Por que se me revela el amor verdadero y soñado cuando es tan difícil de vivir.
Nunca tendré las respuestas.
Y eso perjudica y entorpece la búsqueda de la paz con mi alma y con Dios...

Pero observar a Luna, quita la espada de la mano y la ira del corazón.
He dejado de preguntarme por que Dios me ha dado a Luna en estas condiciones tan difíciles para amar.
El amor de Luna me hace sentir afortunado por tenerla en mi vida y en mi corazón, aunque sea en estas condiciones tan poco propicias.

Luna, te amo.
Ya nada le reprocho a Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario