
Volando en una noche de primavera.
Las estrellas. Se necesitan ambas manos para tomarlas. Igual que a tu carita enamorada luego de hacerte el amor.
Las estrellas. Encandilan la vista al observarlas de cerca. Al igual que tus ojos cuando me miran mientras te hago el amor.
Las nubes. Erizan mi piel al atravesarlas. Al igual que cuando tu cabello roza mi piel al hacerte el amor.
Las nubes. Son suaves y una caricia para mi cuerpo. Igual que tu piel cuando hacemos el amor.
La luna menguante. Su concavidad es el mejor lugar para arropar mi cuerpo cansado. Igual que tu pecho de mujer amante, donde iré a yacer exhausto, con el aliento casi perdido, cada vez que te haga el amor.
No necesito alas para volar.
Solo necesito hacerte el amor.
Y mis alas crecerán mágicamente en mi espalda y mi alma levantará vuelo hasta el firmamento mismo.
Tú eres mis alas.
Las estrellas. Se necesitan ambas manos para tomarlas. Igual que a tu carita enamorada luego de hacerte el amor.
Las estrellas. Encandilan la vista al observarlas de cerca. Al igual que tus ojos cuando me miran mientras te hago el amor.
Las nubes. Erizan mi piel al atravesarlas. Al igual que cuando tu cabello roza mi piel al hacerte el amor.
Las nubes. Son suaves y una caricia para mi cuerpo. Igual que tu piel cuando hacemos el amor.
La luna menguante. Su concavidad es el mejor lugar para arropar mi cuerpo cansado. Igual que tu pecho de mujer amante, donde iré a yacer exhausto, con el aliento casi perdido, cada vez que te haga el amor.
No necesito alas para volar.
Solo necesito hacerte el amor.
Y mis alas crecerán mágicamente en mi espalda y mi alma levantará vuelo hasta el firmamento mismo.
Tú eres mis alas.
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