![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBxXBkSQXUz2dJmMXY5ZpHdG0qjEmeQDhOP1GrUdkEPSPlggUFVC9TbY3t8LP6hTHl8dsRcd_fDobPkJJQ5eveiEnRWOH8V9JloUIh_5w_n76ZFNebsbec4uVF4mXH0_LetqbNafN9ZuY/s320/soledad.jpg)
Lo esquivo, por su condición furtiva, paso a ser algo soñado.
Lo soñado, por ser tan soñado y ausente, se fue haciendo pasiva resignación. Esta claro que la distancia entre sueño y resignación, fue lo que mi paciencia no infinita duro en pie.
Encontré el consuelo diciéndome que no ganar hizo que desconociera el temor a perder.
Un día, harto de estar resignado, soñé con los ojos abiertos para ver que sucedía mientras dormía.
Y lo soñado dejo de ser esquivo.
Lo que antes me era furtivo se aquieto y anido en mí.
He ganado por primera vez.
Y ahora conozco el temor a perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario