jueves, 5 de noviembre de 2009

(Des)conociendo el temor

No ganar hizo que desconociera el temor a perder. Lo tan ansiado se me hizo esquivo.
Lo esquivo, por su condición furtiva, paso a ser algo soñado.
Lo soñado, por ser tan soñado y ausente, se fue haciendo pasiva resignación. Esta claro que la distancia entre sueño y resignación, fue lo que mi paciencia no infinita duro en pie.
Encontré el consuelo diciéndome que no ganar hizo que desconociera el temor a perder.
Un día, harto de estar resignado, soñé con los ojos abiertos para ver que sucedía mientras dormía.
Y lo soñado dejo de ser esquivo.
Lo que antes me era furtivo se aquieto y anido en mí.
He ganado por primera vez.
Y ahora conozco el temor a perder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario