miércoles, 25 de noviembre de 2009

Y el amor

El milagro de existir...
El instinto de buscar...
La fortuna de encontrar...
El gusto de conocer...

La ilusión de vislumbrar...
El placer de coincidir...
El temor a reincidir...
El orgullo de gustar...

La emoción de desnudar...
y descubrir, despacio, el juego.
El rito de acariciar
prendiendo fuego.

La delicia de encajar
y abandonarse.
El alivio de estallar
y derramarse.

Y el amor,
el amor...

Joan Manuel Serrat - Y el amor

lunes, 9 de noviembre de 2009

Que será de mí

Cuando tu cuerpo pequeño tuvo el coraje digno de un gigante,
Y confesaste tu amor buscando palabras claras en tu ansiedad,
Amor!… Que será de mí….

Cuando tus labios nerviosos de mujer virgen en la noche de aventura,
Se posaron en los míos y nuestro aliento se hizo uno y respire tu aire,
Amor!… Que será de mí….

Cuando tu cáliz dorado se abrió a mi como una rosa al alba,
Y mi soldado ansioso penetro tu último secreto de mujer,
Amor!… Que será de mí….

Cuando oiga de tu boca otra palabra de amor,
Cuando tus ojos cierren sus alas en los míos,
Cuando mis manos ásperas sientan tu piel otra vez,
Cuando otra noche entregues tu cuerpo incondicionalmente a mi,
Cuando inmóvil esté recuperando mi aliento recostado en tu pecho,
Amor!… Que será de mí….

sábado, 7 de noviembre de 2009

Tú eres mis alas


Volando en una noche de primavera.
Las estrellas. Se necesitan ambas manos para tomarlas. Igual que a tu carita enamorada luego de hacerte el amor.
Las estrellas. Encandilan la vista al observarlas de cerca. Al igual que tus ojos cuando me miran mientras te hago el amor.
Las nubes. Erizan mi piel al atravesarlas. Al igual que cuando tu cabello roza mi piel al hacerte el amor.
Las nubes. Son suaves y una caricia para mi cuerpo. Igual que tu piel cuando hacemos el amor.
La luna menguante. Su concavidad es el mejor lugar para arropar mi cuerpo cansado. Igual que tu pecho de mujer amante, donde iré a yacer exhausto, con el aliento casi perdido, cada vez que te haga el amor.
No necesito alas para volar.
Solo necesito hacerte el amor.
Y mis alas crecerán mágicamente en mi espalda y mi alma levantará vuelo hasta el firmamento mismo.
Tú eres mis alas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

(Des)conociendo el temor

No ganar hizo que desconociera el temor a perder. Lo tan ansiado se me hizo esquivo.
Lo esquivo, por su condición furtiva, paso a ser algo soñado.
Lo soñado, por ser tan soñado y ausente, se fue haciendo pasiva resignación. Esta claro que la distancia entre sueño y resignación, fue lo que mi paciencia no infinita duro en pie.
Encontré el consuelo diciéndome que no ganar hizo que desconociera el temor a perder.
Un día, harto de estar resignado, soñé con los ojos abiertos para ver que sucedía mientras dormía.
Y lo soñado dejo de ser esquivo.
Lo que antes me era furtivo se aquieto y anido en mí.
He ganado por primera vez.
Y ahora conozco el temor a perder.

martes, 3 de noviembre de 2009

Confieso que he vivido

Hoy hemos hecho el amor por primera vez.