Tenga el consuelo el río de mis amarguras que habrá por amarte.
Lagrimas por no verte, por tenerte lejos o anhelarte.
Lagrimas entremezcladas por la sinrazón del temor a perderte.
Que nunca se seque nuestro río, muestra de lo que me importas.
Marchitase las flores de la indiferencia y crezcan los juncos de los desvelos cuando te marchas.
Te ama un hombre que carece de un cielo celeste, mas te tiene a ti como sol.
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